Parque Natural de Aralar y Txindoki
Ver vídeoEn el corazón de Gipuzkoa, un gran laberinto de hierba y montes verdes alberga la esencia más pura de la cultura vasca, sus costumbres y su idioma, el euskera.
Ongi etorri a este pequeño paraíso verde. En el camino desde Tolosa hasta el Parque Natural podemos disfrutar de la esencia del interior de Gipuzkoa en estado puro. Empezando por Tolosa, capital de Gipuzkoa en el siglo XIX, donde sus palacios y casas solariegas nos acompañan hasta su conocida plaza del Tinglado. Aquí, cada sábado tiene lugar un animado mercado de producto local, donde baserritarras ofrecen sus joyas de temporada, uno de los secretos de la gastronomía guipuzcoana. Porque, además de por su agenda cultural (con los Carnavales como máximo exponente), Tolosa destaca por su magnífica gastronomía: las alubias (su producto estrella), las txuletas (aquí se “inventaron” los asadores), las guindillas (los “langostinos de Ibarra”) y la repostería (son famosos sus “Tejas y Cigarrillos”) atrapan el paladar del visitante y, por supuesto, de los locales.
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Y, si seguimos guiados por nuestra pasión gastronómica, en la zona del Goierri y si coincide en miércoles, allí podremos encontrarnos con el Mercado de Ordizia, cuyos orígenes se remontan al siglo XI-XII y que reúne a vendedores de productos agrícolas y ganaderos de toda la comarca. Y aprovechar para visitar D’elikatuz, el centro de Interpretación de la gastronomía, para convertirnos ya totalmente a esta religión tan guipuzcoana que lo es la gastronomía.
Además, si alguna vez has oído hablar del queso Idiazabal o te apasiona este producto, no podrías esta un lugar mejor. En 2015 la Union Europea concedió a la comarca del Goierri el galardón EDEN (European Destinations of Excelence) por el proyecto ‘Territorio Idiazabal’, una oferta turística basada en la gastronomía local. Podrás encontrar esta joya gastronómica en sus mercados y comercios locales, pero si quieres profundizar más aún, el Centro de Interpretación del queso Idiazabal te está esperando. Aquí aprenderás, mediante un curso de iniciación a la cata de quesos, los secretos de este emblemático producto. Tanto aquí como en las diversas queserías de la zona, incluso podrás vivir la experiencia de hacer queso con tus manos. Es posible que quizá nunca más quieras salir de aquí.
Si, entre tanto disfrute gastronómico, aún echabas en falta un mayor contacto con la naturaleza, el Parque Natural Aralar y su cumbre, el Txindoki, están a tiro. Paseando por el parque, nos cruzaremos con caballos y las ovejas, montañeros y excursionistas que saludan al cruzarse y las nubes pasan. Mientras, nos dejamos asombrar por la luz que ensalza aún más la cima de los 1.331 metros de altura del Txindoki, que representa la estampa más reconocible de la montaña guipuzcoana. Tras él, enormes prados se extienden, sostenidos por contrafuertes de roca en todas las direcciones. Decenas de senderos ascienden desde los valles y atraviesan esta meseta megalítica y pastoril. Desde su cima, respirando profundo y con las Basque highlands en el horizonte, sentirás que el tiempo se detiene.